Durante el viaje muchas veces hemos visitado lugares u obras que son interesantes simplemente por su estética, o popularidad. No son ni mejores ni peores, pero distan de estar cargadas de una historia que moviliza a cualquier visitante.
Berlín te
sacude, a lo poco o mucho que sabias
sobre su historia se le suma la experiencia de estar geográficamente en el
lugar donde todo ocurrió. El muro, los campos de concentración, museos,
memoriales, escenarios de guerra, son algunos de los lugares que uno puede
visitar con los dientes apretados y la piel de gallina.
Una ciudad
completamente reconstruida ediliciamente y socialmente. Sorprende como en tan poco tiempo (final de
la segunda guerra mundial en 1945 y
caída el muro en el 1989) han podido reorganizar su capital. Lo interesante de todo esto, es la
utilización de la arquitectura como vía para lograr cohesión y conciencia en la población. Algunos
ejemplos: el pavimento de la ciudad se ve en ocasiones interrumpido por
adoquines a nivel del suelo localizados en el lugar exacto donde antes se
encontraba el Muro de Berlín. Uno puede caminar la ciudad recorriendo esta
línea “imaginaria” pero sutilmente identificada.
En el Reichstag
(Parlamento Alemán, varias veces dañado por la guerra), el arquitecto Norman
Foster reconstruyo la cúpula de una manera original, moderna, y coherente al
antiguo edificio. La cúpula esta abierta a todo publico, su acceso es gratuito
y desde allí se pueden observar las secciones del parlamento. A través de esta
intervención se intenta hacer llegar un mensaje de participación de la
población en el gobierno.
Varios
museos y memoriales se reparten en la ciudad, cada uno de ellos diseñados con
gran sensibilidad que se transmite a través de la arquitectura. Uno puede
realizar dos visitas distintas: una recorrida por un circuito más “clásico”
donde uno lee y ve fotografías de lo ocurrido o visitar secciones del edificio
que formalmente transmiten un mensaje. Un ejemplo de esto es el Holocausto, (diseñado
por el arquitecto Peter Eisenman) compuesto en su superficie de prismas de hormigón,
dispuestos a distintas alturas, y separados entre si uno 60cm de manera que
solo pueda pasar una persona a la vez. Debajo de este gran mar de concreto se
encuentra el memorial. (van varias fotos para ilustrar estos ejemplos )
Uno entra a
Berlín de una forma y sale de otra. Conocer una ciudad con una historia tan
particular es sin lugar a duda una experiencia que conmueve.
Los felicito!!! van casi al día y qué de fotos!!!! Me gustó mucho tu comentario, Matías.
ResponderEliminarEspero estupendeas fotos de los fiordos y de la próxima Moscú (acuérdense de los que nos quedamos acá al ver el metro!!!!)
Besotes
Elo
Grande Elo!! Estamos a un par de post de estar al día!!
ResponderEliminarFotos de los fiordos van a sobrar!!
Saludos de toda la barra!!
Buenazoooo!!! los sigo al día, entonces.
ResponderEliminarBesos a toda la barra!!!!
Elo