Ámsterdam se estructura mediante anillos de agua, desde su
centro mas histórico hasta las nuevas urbanizaciones. Anillos de agua conocidos
como canales, donde fluye la vida, donde emana la naturaleza, donde convive y
dialoga la arquitectura. Estos canales contienen la esencia de Ámsterdam, la
identidad, la vida de los ciudadanos, y la llave para el corazón de los
visitantes. A partir de ellos uno se enamora de la ciudad, porque los canales
le dan forma a los recorridos, los paisajes, las imágenes, los recuerdos, la
gente, etc. Y en ellos se pueden ver de las cosas mas interesantes, como paseos
en bote, barcos transformados en vivienda, animales, gente que los contempla y
arquitectura que interactúa. En Holanda la lucha contra el territorio y el agua
despertó la fuerza de creer mucho en la arquitectura y en la mano del hombre.
Creo que esta confianza en el hombre frente a la fuerza de la naturaleza hizo
crear una arquitectura a veces desarraigada de prejuicios, donde la gente, el
ciudadano y usuario cree en ella sea como se presente en la ciudad. Y los
canales son el vínculo fundamental de la arquitectura. En Ámsterdam así como en
Uruguay una casa de verano no puede existir sin parrillero, en Ámsterdam en una
casa es una casa si tiene su vínculo con el agua, con sus canales, con su
naturaleza. Así Ámsterdam parece pequeña, porque no existen inmensas escalas, o
súper densidades sino que todo lo contrario, siempre te da su aire para vivirla
en armonía con la Naturaleza, en cualquier rincón. Y en esta ciudad con tanta
identidad y personalidad hay que sumarle el uso de la bicicleta. Niños, viejos,
de traje de championes de zapatos, de vestido,
de pollera, pantalón, todos viajan en bicicleta. Es la vedette del tráfico,
es la niña mimada de las calles, todos las respetan, todos las usan, son parte
del paisaje, de la identidad del ciudadano. Recuerdo que me fui de Ámsterdam
leyendo un articulo del pepe donde acentuaba en el uso de la bici, de que los uruguayos así como en Ámsterdam deberíamos
andar de bicicleteada en bicicleteada, y estando ahí me pareció genial. Se que
tenemos nuestras grandes diferencias de ciudades pero no es imposible creer. Así
Ámsterdam cato como anillo al dedo, por la ciudad que tan bien encaja con una
ciudad del presente y que uno se siente como en casa.
# no quiero dejar de lado la experiencia del coffeshop, para
mi gusto tan geniales. Hay para todos y de todos los gustos, decoraciones,
nombres y tamaños. Fueron la cita de varias tardes.
Hola:
ResponderEliminarLos agarro justito, había entrado hoy temprano y no había novedades. Desde el calorcito falso del agosto uruguayo les mando un abrazo y muchas gracias por la poesía del comentario sobre Amsterdam, parece un lugar precioso.
Besotes
Elo
Que bueno Piru!!! Como siempre gracias por mantenernos al tanto...Beso grande para todos!!!!
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